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Los psicoestimulantes utilizados en el tratamiento del TDAH ( metilfenidato, lisdesanfetamina) pueden favorecer la aparición de síntomas del síndrome de Raynaud
Actualizado (11/11/2019)
Ante la aparición de síntomas del síndrome de Raynaud en dos casos entre mis pacientes TDAH tratados en la actualidad con metilfenidato (aproximadamente el 1%), he realizado una revisión bibliográfica con la intención de conocer la posible asociación, así como su importancia, entre los psicoestimulantes y esta enfermedad autoinmune. Efectivamente, aunque la bibliografía es escasísima, esta eventualidad ha sido investigada. El más importantes es un trabajo de casos y controles de Goldman y cols.(1).y la publicación de Gnanavel S (2018) (2).
El síndrome de Raynaud se manifiesta a través de una alteración de la microcirculación, especialmente, en las partes distales (dedos de las manos…). Puede ser de causa autoinmune o primario. Cuando los pacientes susceptibles se exponen al frio, se segregan sustancias como las catecolaminas, la endotelina1 y la 5-hidroxitriptamina pudiendo dar lugar a una oclusión de las arterias digitales con la consiguiente aparición de síntomas del síndrome de Raynaud primario.
Durante los últimos años, y como consecuencia del incremento de la prescripción de psicoestimulantes en la infancia, los reumatólogos pediátricos han observado un incremento paralelo de los casos en donde se daba la asociación de niños tratados con psicoestimulanes y la presencia de síntomas microvasculares propios de síndrome de Raynaud. Sin embargo, no se conoce el mecanismo por el que se produce esta asociación. No se tienen constancia de que el metilfenidato tengan algún efecto negativo sobre la microcirculación, aunque está admitida la asociación entre la administración de este y otros psicoestimulantes y el agravamiento de los pacientes con un síndrome de Raynaud. O la aparición de sus síntomas en pacientes subclínicos.
Hoy por hoy, no podemos afirmar que la administración de psicoestimulantes pueda estar en el origen etiológico, aunque sí ha quedado demostrado que agravan los síntomas y puede desencadenarlos en personas vulnerables. Esta evidencia nos obliga a tener presente esta eventualidad clínica ante de prescribir los psicoestimulantes a nuestros pacientes con TDAH. Deberíamos interrogar sistemáticamente sobre la sensación de frio en las manos, explorar nosotros mismo la temperatura, así como su coloración (observar livideces). Ante cualquier signo de sospecha, deberíamos derivar a reumatología pediátrica para un examen más minucioso y especializado antes de decidirnos a prescribir psicoestimulantes.
(1) Goldman y cols (2008). Association Between Treatment With Central Nervous System Stimulants and Raynaud’s Syndrome in Children. A Retrospective Case-Control Study of Rheumatology Patients. Arthritis and Rheumatism, 58 (2): 563-566