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Joaquín Díaz Atienza
En el post anterior hemos realizado una brevísima introducción sobre las diversas teorías que intentan explicar la relación entre las dificultades del aprendizaje y las emociones. En este abordamos, también de forma necesariamente breve, la importancia de las emociones en los niños con dislexia y trastornos de la lecto-escritura.
- Psicopatología internalizante.
Para el que quiera profundizar en este tema recomiendo el artículo – revisión de la psicóloga italiana MUGNAINI (2009). Estos autores realizan una revisión sobre la presentación de la semiología internalizante desde una perspectiva longitudinal que va desde los alumnos de primaria a la edad adulta.
La primera constatación es que la presencia de síntomas intenalizantes es mayor en los niños con dislexia a cualquier edad respecto a controles. A la edad de siete años nos encontramos con dificultades importantes en la integración social como consecuencia de la toma de conciencia de sus dificultades, la que contribuye a un aislamiento sicial progresivo. A los ocho años van a presentar unos niveles de ansiedad (generalizada y/o de separación) mayores que sus iguales, así como un mayor sentimiento de infelicidad. Como sustrato general de esta semiología se encuentran un mayor número de síntomas depresivos e inseguridad con respecto a la autopercepción de competencia intelectual. Los sentimientos negativos expresados serían la base de una mayor prevalencia de conductas disruptivas, especialmente en aquellos alumnos con unas características temperamentales de irritabilidad, impulsividad, inquietud y dificultades en la autorregulación emocional.
Los adultos con antecedentes, o que padecen dislexia también expresarán mayor ansiedad, dificultades atencionales, alteración en los procesos de memoria y del lenguaje. Esta semiología se presentan con más frecuencia en mujeres y, en especial, si su trabajo requiere de la competencia deficitaria propia de la dislexia.
- Dislexia y autoconcepto/autoestima
Según BURDEN (2008), en una sociedad en donde se valora de forma exagerada la habilidad, la competitividad y la comodidad, no es difícil que nos encontremos con personas con sentimientos negativos de incompetencia. De aquí que, la dislexia, necesariamente, está asociada a un sentimiento negativo de la propia autovalía.
Para este investigador, en el éxito escolar lo importante no sería la inteligencia, sino la motivación. En ella distingue tres aspectos básicos: Las ACTITUDES, el AUTOCONCEPTO y la COMPETENCIA.
1. Las actitudes: comprenden el interés que se tiene por la tarea como consecuencia de la percepción que el niño tiene de su valor. Los valores pueden ser intrínsecos (satisfacción relacionada con la propia tarea) y extrínsecos (el grado de satisfacción que se obtiene como consecuencias de los resultados finales o esperados).
2. El autoconcepto: son los sentimientos y pensamientos autovalorativos que se tienen sobre uno mismo y, de forma más específica, hacia la tarea a la que se enfrenta.
3. La competencia frente a la acción: es el sentimiento de competencia personal y confianza en sí mismo ligados a las habilidades autopercibidas y frente a la estrategia que requiere la tarea para obtener el éxito. Sería la percepción de capacidad o incapacidad a la hora de poner los propios recursos personales en acción.
Para este autor, la educación contempla muy escasamente el desarrollo de la competencia en los alumnos, haciéndola parcialmente responsable del fracaso escolar.
- Dislexia y aislamiento social.
GRILLS-TAQUECHEL y cols (2012) se han interesado especialmente por delimitar los diferentes factores que contribuyen al aislamiento social de los alumnos con dislexia. Encuentran los siguientes, aunque con un peso etiopatogénico diferente:
1. Trastornos del lenguaje /comunicación.
2. Falta de habilidades sociales.
3. Dificultades en el procesamiento de información social.
4. Baja autoestima e inseguridad.
5. Déficit atencional e inseguridad.
6. Síntomas depresivos.
7. Problemas con el apego: madres inseguras y ansiosas/apego inseguro
Consideramos el rol de los padres fundamental en la génesis de un apego seguro que será la base de una buena seguridad en si mismo frente a las dificultades del aprendizaje. De aquí que recomendemos trabajar con los padres en el establecimiento de un buen apego.
- Otros problemas de la lecto-escritura.
RUSSELL y cols (2015) publican un estudio de cohortes en donde investigan la semiología emocional en alumnos con trastornos de la lecto-escritura en general, incluyendo la dislexia. Realizan un seguimiento desde la edad de siete años hasta los 11. Su invstigación pone de manifiesto lo siguiente:
1. Mayores dificultades en atención y problemas externalizantes (conducta).
2. Sería el déficit de atención el que jugaría el rol principal.
3. En la tercera etapa de primaria, predominan los sentimientos de soledad, mayor rechazo de los compañeros y de los profesores.
4. Conforme se avanza hacia la adolescencia, aparecería una mayor incidencia de ansiedad generalizada, ansiedad de separación, fobia escolar, inquietud motora y mayor ideación suicida. Este último aspecto lo expondremos en nuestra propia muestra de adolescentes con fracaso escolar.
5. Mayor sentimiento de indefensión.
6. Los síntomas emocionales se presentarían en mayor número y gravedad si existen otros déficits neurocognitivos asociados.
En la Figura anteriore exponemos un resumen de los resultados obtenidos, según valoración de los padres y los profesores, así como su evolución en el tiempo. Destaca el hecho de que para los profesores, los problemas con los iguales y las dificultades en la conducta prosocial no son siginificativamente diferentes en los niños con dislexia/trastono de la lecto-escritura y controles a la edad de 11 años, contariamente a lo que cosideran los padres.
