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Adoctrinar a los niños en la ideología de género es una maldad que traerá imprevisibles consecuencias negativas
Joaquín Díaz Atienza
Vaya por delante que estoy a favor y defiendo los derechos de todos los que se sienten con una identidad de género diferente a la heterosexual. Estoy con ellos incondicionalmente. Pero una cosa es defender de forma militante esos derechos y otra es la ideología de género. Existe una agenda sobre los distintos pasos tácticos que deben seguirse en España y otros países para implantar la ideología de género. Sabemos bien que la ingeniería social contempla como el mejor instrumento para cambiar las conciencias el adoctrinamiento de la infancia. Ejemplos históricos claros de esta aseveración los tenemos en los regímenes totalitarios como el nacionalsocialismo, el fascismo y el comunismo soviético, coreano y chino.
Pero, ¿por qué el arzobispo de Valencia dice que “adoctrinar a los niños en la ideología de género es una maldad”?. Si tenemos en cuenta que según el diccionario de la Real Academia maldad significa actuar de forma “mala e injusta”, creo que su afirmación es absolutamente cierta por varias razones:
- No respeta la diversidad de pensamiento y de conciencia de los padres, transgrediendo su derecho a educar a sus hijos, tal como está recogido en nuestra Constitución, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la Carta de los Derechos y Libertades de la Unión Europea.
- Sustentándose en la justa reivindicación de respeto, tolerancia, igualdad y derechos de las personas que se sienten con una identidad sexual diferente a la heterosexual, propone una visión antropológica aberrante en la medida que niega la evidencia científica de las diferencias entre hombre y mujer. Esta falacia traerá graves consecuencias en la conformación de la personalidad de nuestros hijos, sencillamente porque va en contra de la biología.
- Porque para defender los derechos de las minorías, su discriminación positiva priva de los mismos a la mayoría de los ciudadanos.
- Porque quieren que los niños interioricen como algo normal lo que científicamente no es, con los consecuentes conflictos emocionales y del desarrollo de su propia identidad que esto producirá.
Nos mienten jugando con la palabras, manipulan los buenos sentimientos de los ciudadanos, nos TOMAN POR IMBÉCILES. Dice el director general de Igualdad en la Diversidad, José de Lamo, refiriéndose a la Carta Pastoral1: «Piensa más en su ideología o doctrina, profundamente discriminatoria, que en el sufrimiento de las personas discriminadas, cuando estar al lado de quien sufre es algo cristiano y debería primarse ante todo». Asimismo, ante la acertada acusación de autoritarismo de Cañizares, de Lamo afirma: «Nuestro totalitarismo es el de la igualdad, la democracia y los derechos de las personas». El Sr. de Lamo nos miente, porque no considero que sea un ignorante, sino más bien un manipulador; además chantajea a los cristianos arañando en su conciencia. Ser cristiano es estar con los que sufren y la iglesia lo ha demostrado con su solidaridad y cuidado con todos los que han padecido enfermedades estigmatizantes como en SIDA, enfermedad asociada no precisamente a la heterosexualidad. La Doctrina Social de la Iglesia no excluye a nadie, absolutamente a nadie. Ellos sí. Con esta ley excluyente privan de sus libertades a la mayoría de los ciudadanos. Su totalitarismo es imponer una ideología contra natura a requerimiento de una Agenda Global que quiere imbuirnos de una cosmovisión y una antropología absolutamente arriesgada en la medida en que se trata de un experimento social que, estoy convencido, dejará múltiples víctimas.
Cañizares defiende la familia como el crisol en donde crece el amor, la solidaridad, el apoyo mutuo. Esto no es un sueño, esto es una realidad que hemos presenciado durante la crisis económica que nos ha tocado vivir. ¿Dónde estaban el gobierno, los políticos que no han sido capaces de dar la respuesta de ayuda urgente que muchos ciudadanos necesitaban?. Fue, y es, la familia que la ideología de género quiere destruir quien dio la respuesta: abuelos, padres, la familia extensa… Esa familia que el Sr. Cañizares defiende. La que siempre estará con nosotros, la que siempre acudirá en nuestra ayuda. Los políticos huyen, posponen y justifican en donde la familia ayuda hasta la extenuación, igual que lo ha hecho la Iglesia.
Mi opinión puede parecer ideológica, doctrinal, capciosa. Yo invito a quién dude de mis palabras, como de las del arzobispo de Valencia, que se informe, que no se deje llevar por soflamas ni religiosas ni políticas. La única forma de no ser manipulados es conociendo la realidad. El conocimiento es el instrumento por antonomasia para desenmascarar a los embaucadores.