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¿Éticamente es permisible la creación de colonias de macaco rhesus genéticamente modificados con fines de investigación de enfermedades neuropsiquiátricas?
Joaquín Díaz Atienza
El gen MECP2 se ha constituido en el gen diana sobre el que los investigadores intentan dilucidar los mecanismo moleculares, no solo del autismo, sino también de otras afecciones neuropsiquiátricas.
La forma en cómo puede verse alterado este gen puede ser por deleción, duplicación, triplicación y otras mutaciones. En el primer caso, existiría una hipoexpresión del gen en la producción de la proteína de la que es responsable, en tanto que en la duplicación y triplicación existiría una hiperexpresión del mismo. El MECP2 se encuentra en la región Xq28 del cromosoma X.
La más estudiada hoy día es la deleción que, como sabemos, da lugar al síndrome de Rett. Suele darse en niñas, en tanto que la duplicación, o síndrome de duplicación del MECP2. afecta a los niños debido a que las niñas, al tener dos cromosomas X, durante la embriogénesis se inactiva una de ellas.
Parece que la función del MECP2 es coordinar las funciones de otros genes, proporcionando una correcta armonía funcional. Sin embargo, hoy día no se conoce con precisión el cómo ejecuta esta función de coordinación.
MECP2 y autismo
Ya hemos mencionado la relación del MECP2 con el síndrome de Rett (deleción), aunque algunos de los síntomas propios del autismo también aparecen en el síndrome de duplicación. Por ejemplo: déficits cognitivos, alteración de tipo disfásico del lenguaje o ausencia del mismo, problemas en socialización/interacción (repliegue autista), movimientos y vocalizaciones estereotipadas, alteraciones motoras etc.. Por lo que se han constituido en el centro sobre el que se dirigen gran cantidad de investigaciones.
MECP2, autismo y modelos animales
Unos investigadores chinos publicaron a comienzos de 2016 una carta en la revista Nature en donde manifestaban que habían conseguido el síndrome de duplicación en monos macaco rhesus. Estos animales presentaban los síntomas típicos del autismo. Además, la modificación genética era heredable por lo que posibilita crear colonias de macacos rhesus con esta anomalía. De esta forma, se ha conseguido un modelo animal del autismo bastante fiable que posibilita estudiar con mayor precisión los mecanismos etiopatogénicos de, al menos, algunos casos de autismo. Proponen, realizar modificaciones genéticas para el estudio del Alzheimer, el trastorno bipolar y la esquizofrenia.
Modelos animales y límites éticos
Las neurociencias están utilizando unos 200.000 perros en sus investigaciones cerebrales, especialmente en comportamientos relacionados con las emociones, aunque en la patología que nos ocupa, son los grandes simios y los macacos rhesus los que posibilitan los modelos animales más próximos a los seres humanos.
Para los Chimpancés existe una legislación que regula de forma muy restrictiva su uso en las investigaciones invasivas, algo que no sucede con los perros, ni con los macacos rhesus.
Tras el descubrimiento chino y el desarrollo de técnicas de edición del genoma como el CRISPR ( C lustrado R andomized I nterspersed P alindromic R epeat), la ingeniería genética ha hecho posible reproducir con bastante facilidad las patologías genéticas humanas en los primates no humanos.
Ante esta circunstancia, han surgido voces que plantean la necesidad de regular legislativamente la utilización de primates no humanos en la investigación, tal como ya se ha realizado con los chimpancés. Alegan tres razones para ello: la primera, el bienestar animal; la segunda, que existen modelos alternativos para estudiar la patología cerebral y, por último, las expectativas de beneficios no satisfechas (Neuhaus) . Este último punto lo que denuncia es que no necesariamente hay una correspondencia entre la utilización de estos modelos y sus repercusiones terapéuticas, tal como contra-argumentan los defensores de la utilización de estos primates no humanos como modelos de experimentación
Como opinión personal, creo que es imposible ponerle puertas al campo. Con estos modelos animales se abre un amplio campo en la investigación que nos ayudará, en primer lugar, a conocer exhaustivamente cuales son los mecanismo íntimos en la intra-regulación e inter-regulación genética, un camino imprescindible para poder actuar , más a largo plazo, en el ámbito terapéutico.
Igualmente, no podemos experimentar con animales con la misma ligereza que se haría con objeto inanimados, máxime cuando la investigación en neurociencias cognitivas se realiza con animales muy evolucionados. No sólo sufren dolor, sino que también experimentan emociones.. En este sentido, creo que debería legislarse para evitar los abusos.