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La jueza María Elosegui, si miente en sus declaraciones, debería ser sustituida. ¿Pero miente?
Salen los gallos a cacarear improperios, descalificaciones y mentiras. Lo importante es meter lio, desinformar a los ciudadanos y generar un estado de opinión irracionalmente favorable hacia los políticos que vociferan en su sospechosa defensa del colectivo LGTBI.El comunismo que predica el Sr. Garzón presenta una historia no ejemplar en temas de respeto a la orientación e identidad sexual. Es Secretario General de una organización que se sustenta en una ideología manchada con la sangre de millones de homosexuales ejecutados. ¿Por ello, puedo afirmar que el sr Garzón es homófobo?. No. ¿Qué su partido es homófobo?. No Por tanto, si recurre a la biografía de la jueza Elosegui para tacharla de homófoba, que antes nos explique los millones de homosexuales asesinados, por el mero hecho de serlo, que los partidos comunistas han cometido, que nos explique sus campos de concentración para homosexuales, tanto en la URSS, como en Cuba, China, etc. Si realmente queremos defender la no discriminación por razones de orientación o identidad sexual, mal camino si los hacemos a través de la mentira y la manipulación.
La jueza tiene un pasado homófobo
Desgraciadamente, todos los que tenemos una cierta edad, hemos sentido un irracional rechazo por los homosexuales. Yo el primero. Pero el haber sido un “producto” cultural de mi tiempo, no me ha incapacitado para evolucionar, seguir aprendiendo de nuevos conocimientos científicos que han producido un cambio de mentalidad y ver, lo que antes era una horrenda perversión, como una expresión normal de la sexualidad humana. Si no siento rechazo, si acepto a los homosexuales en un plano de igualdad respecto a otras opciones, yo en absoluto me puedo considerar homófobo, aunque lo diga el sr Grarzón, Podemos o la FELGTB.
Ciertamente, puedo discrepar de bastantes contenidos ideológicos subyacentes a determinados grupos de poder que, apoyándose en la necesaria defensa de los derechos de los homosexuales, intentan imponernos una visión del mundo, de la ética y de la familia absolutamente rechazable para la mayoría de los ciudadanos. Para ello, no escatiman en mentirnos, presentando mentiras como si fueran verdades.
El Sr Jesús Generelo, presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) (se han olvidado de la I de intersexualidad), nos dice en un comunicado de prensa que la jueza ha realizado manifestaciones estigmatizantes y que están “fuera de todo apoyo científico”, como que la homosexualidad puede conducir a la presentación de “distintas patología”.
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Tendría que decirle al Sr Generelo que, efectivamente, la práctica de la homosexualidad lleva a la presentación de determinadas patologías con una incidencia, cuando menos, significativamente mayor que en la población general. Conocer esta circunstancia, no solo no es estigmatizante y es verdad, sino que debería difundirse con la finalidad de que la población de riesgo, los homosexuales, y la comunidad en general, puedan protegerse.
Porque es cierto, que los homosexuales padecen un mayor riesgo de enfermedades de transmisión sexual, plasmado en las tasas de incidencia y prevalencia del VIH, papilomavirus, sífilis, carcinomas anales, gonorrea, infección por clamidias, etc ¿O negamos esta evidencia científica?:
- Database of Abstracts of Reviews of Effects (DARE): Quality-assessed Reviews. Zou H, y cols. The efficacy of clinic-based interventions aimed at increasing screening for bacterial sexually transmitted infections among men who have sex with men: a systematic review.
- Dhumale SB y cols. Ano-Genital Warts and HIV Status- A Clinical Study.J Clin Diagn Res.2017 Jan;11(1).
Se pueden citar miles de artículos científicos.
El Bugchasing o la ruleta rusa
Que yo sepa, todos los colectivos LGTBI se han manifestado en contra de esta práctica, pero es algo que se está extendiendo de forma preocupante entre determinados grupos de homosexuales.
¿En qué consiste?. En la organización de orgías entre homosexuales en donde alguno o algunos están infectados con el VIH. De aquí el nombre de “cazar al bicho”. Para mí no deja de ser un trastorno mental o una irresponsabilidad que debería ser penalizada legalmente. Esta práctica va más allá de la libertad individual y se transforma en un robo a todos aquellos ciudadanos que hacemos un gran esfuerzo con nuestros impuestos para que los pacientes infectados con el VIH reciban gratuitamente el tratamiento correspondiente en una sanidad con recursos limitados y que deja a otros muchos pacientes sin los tratamientos que, en justicia asistencial, les corresponde.
¿O no es un acto criminal jugar a la ruleta rusa con VIH en un país en donde todos los años hay 4.500 casos nuevos de SIDA y cuyo coste anual por individuo infectado está entre 3.700 y 9.720 euros por paciente?.
Seamos serios, y no abusemos de palabras inventadas que no traducen más que el odio de individuos al servicio de determinados intereses, importándoles un bledo el justo respecto, la igualdad, la inclusión y el reconocimiento de aquellos que presenta una orientación sexual diferentes.
Reuter TR y cols.Sexual Orientation and Borderline Personality Disorder Features in a Community Sample of Adolescents.J Pers Disord. 2016 Oct;30(5):694-707“Empirical literature demonstrates that sexual minorities are at an increased risk of developing psychopathology including borderline personality disorder (BPD)……..”
Interesante que hable de manipulación mientras usted mismo tergiversa la información científica.
Cito:
Porque es cierto, que los homosexuales padecen un mayor riesgo de enfermedades de transmisión sexual, plasmado en las tasas de incidencia y prevalencia del VIH, papilomavirus, sífilis, carcinomas anales, gonorrea, infección por clamidias, etc ¿O negamos esta evidencia científica?
Efectivamente, las relaciones sexuales sin protección entre hombres aumentan el riesgo de ETS, sin embargo, ¿qué hay de las lesbianas? El riesgo de enfermedad de transmisión sexual entre mujeres es, de hecho, mucho más bajo que el riesgo en una relación heterosexual. Por tanto, está usted generalizando de manera equívoca, lo que es muestra ni más ni menos sintomático no solo una homofobia que debería estar ya considerada como enfermedad, si no de la tan histórica ceguera en torno a la sexualidad femenina, que relega a las lesbianas al ostracismo. El sexo entre mujeres existe, y es menos “patológico” (si entramos en su terminología) que ningún otro.
En la cita que hace referencia a la mayor incidencia, se especifica que se dan en las relaciones hombre/hombre, no entre mujer/mujer. Por tanto, no ha sido una generalización. Tampoco hablo de la bisexualidad, ni de la intetersexualidad, ni de la transexualidad.. Además, por supuesto que lleva razón cuando afirma que estas patologías suelen aparecer cuando no se toman las precauciones de protección necesarias. Justamente por ello, es por lo que afirmo que esta información, no solo no debe ocultarse, sino hacerla pública, con la finalidad de evitar contagios que, por otra parte, pueden evitarse con la protección ncesaria. Simplemnte, lo mismo que se hacen con otros comportamientos de riesgo.
Lo que no admito es que usted haga diagnósticos de homofobia en función de cómo le afecte los contenidos de un artículo, aunque si usted lo desea, poco puedo hacer yo para convencerla. En este sentido, lo único que puedo hacer es reafirmamrme en que yo no tengo ninguna animadversión hacia los que presentan una orientación y/o identidad sexual diferente a la mía.
Finalmente, yo no he utilizado en ningún momento la palabra “patológico” para referirme, en concreto, a la homosexalidad. Entre otras cosas, porque no la considero una enfermedad.