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El nuevo presidente de Cataluña Quim Torra debería estar neutralizado políticamente por todos los demócratas, independentistas o no, tal como merece un nazi, un racista y un xenófobo
Más del 50% de los catalanes se sienten catalanes y españoles según las últimas elecciones en Cataluña que, sin embargo, da la mayoría parlamentaria a los independentistas debido a un sistema de reparto de escaños por comarcas y provincias absolutamente injusto.
El control de Cataluña está en manos de los independentistas más radicalizados, hacen lo que quieren ante la desidia del gobierno y del PP y la enterocolitis política del PSOE que piden prudencia. ¡¡No sé hasta dónde, como ciudadano andaluz, tengo yo que soportar “evangélicamente” los insultos racistas y xenófobos de un impresentable Joaquín Torra!!. Tampoco tengo claro hasta dónde se debe mantener completamente abandonados a más del 50% de catalanes que se siente españoles y catalanes, sometidos a insultos, señalamientos, agresiones y acoso.
En esta situación sociopolítica catalana es prioritario defender a todos los que sufren exclusión y persecución por parte de unos fundamentalistas xenófobos y racistas por el mero hecho de defender unos derechos constitucionales. El Estado no puede abandonarlos bajo ninguna excusa y aún menos, tal como se intuye, por dar de comer a otros supremacistas seguidores de otro fascista llamado Arana.
¿Cómo no entender “la ansiedad” del Sr. Rivera de Ciudadanos y de otros que viven, o tienen familiares en Cataluña, en una Cataluña en donde están perseguidos, se les agrede y se les señalan; en donde no pueden salir con libertad a la calle sin que, en cualquier momento, se les someta a un “scrach”. ¿¡Estarían nerviosos el Sr. Rajoy o el Sr. Sánchez si tuvieran que vivir diariamente enfrentados a los supremacistas, a los racistas y a los nacionalsocialistas de los CDR !?.
Si escribo estas líneas es simplemente porque los catalanes que se sienten españoles, la mayoría social en Cataluña, merecen nuestro apoyo, con decisión. Deben sentirse protegidos y darles la seguridad de que el resto de la ciudadanía española está con ellos.
Por ese sentimiento de abandono y desamparo por parte del Estado en el que están inmersos, es por lo que se ven obligados a organizarse en grupos de autodefensa. Felicito a los Grupos de Defensa y Resistencia (GDR), a los que integran la “Cruzada de los 300”, a los Lagartos de Reus y a los que integran los grupos de Resistencia Alta Tabarnia. ¡No estáis solos! vuestros compatriotas de bien os seguirán en el momento en el que se vea con claridad que la cobardía política del Estado no os apoya definitivamente.