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Esto es lo que siento ante los políticos y eclesiásticos españoles por su fariseísmo frente al Aquarius
Tal vez sea excesivamente duro, pero es lo que me brota del alma ante tanto teatro, ante tanta pose, ante tanta pasarela, ante tanta hipocresía en relación a la perversa exhibición de una solidaridad basada, no en la respuesta espontánea del corazón, sino ante el reclamo de los medios de comunicación, aunque seguro hay excepciones.Llevamos desde el día 11 de junio, día y noche, con el Aquarius y sus 629 inmigrantes que huyen de la miseria de sus respectivos países, de sus guerras y en donde la vida no vale absolutamente nada. Hemos seguido milla a milla la travesía de este barco a través del Mediterráneo.
El presidente Pedro Sánchez ha tenido un gesto político alabado diplomáticamente por la UE y que ha servido para aliviar a todos los países miembros. Se les notaba en esa sonrisa socarrona con la que felicitaban al Gobierno español.
Ha dado tiempo a que sus ministros salgan en la foto y nos hablen, con el cerebro en la mano, sobre el valor moral de la solidaridad, y poniendo todos los recursos disponibles para atenderles como si los emigrantes fueran los Reyes de Oriente. ¡Ya veremos qué sucede cuando desaparezcan los medios de comunicación y se apaguen los flas de las cámaras!.
El arzobispo cardenal de Valencia, el Sr. Cañizares, poniendo a disposición de los 629 emigrantes, escuelas, colegios, parroquias, Cáritas y sus voluntarios. La iglesia, por supuesto, ¡no iba a ser menos!. Sus comunicado a los medios de comunicación, su entrevista en la 13TV, etc
Y faltaba el omnipresente padre Ángel. No hay fregado en el que no esté chupando cámara y huyendo de la quema a la misma velocidad con la que los reporteros y periodistas regresan a sus oficinas. El padre Ángel debería ocuparse más de pagar un sueldo digno a los trabajadores de los pisos de acogida de Mensajeros de la Paz. ¿Cuánto cobran por jornadas de 24 horas esos educadores que, en la mayoría de la veces, son responsables y cuidadores/as de niños con serios problemas de conducta y/o carencias afectivas?.
¿Por qué hablo de hipocresía?
Hoy se cumple justamente una semana en la que el Presidente Pedro Sánchez se ofreció para acoger en Valencia a los 629 emigrantes del Aquarius. Durante ese tiempo se ha despertado una solidaridad generalizada. Pero simultáneamente , por las costas de Almería y Cádiz, entraban, o eran recogidos por salvamento marítimo en alta mar, más de 1500 emigrantes, no en barcos, sino en balsas neumáticas, algunas de juguete, con hipotermia severa, habrientos, exhaustos.. Más de ochenta personas han muerto en el intento. Pero esto no es tragedia, simplemente porque no ha sido rentable. Hoy mismo he cronometrado el tiempo dedicado en TVE al Aquarius y a los emigrantes del Estrecho de Gibraltar: más de 10 minutos a los primeros, dos minutos a los segundos. Empezamos a tener emigrantes de primera (cuando hay rentabilidad política) y emigrantes de segunda (los que pertenecen a un fenómeno diario, sin ruido, rutinario). Poco importa el que en ambas situaciones se trate de seres humanos, de los mismos seres humanos y niños.
Aquí no vienen los medios de comunicación, excepto los locales. Aquí no habla el obispo, aquí no tenemos a un padre Ángel. Aquí solo tenemos a los agotados voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja, a Protección Civil y a la Guardia Civil. Aquí no ha ofrecido ayuda NADIE. Y NADIE ES NADIE.
¡Vergüenza!