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Se ha denunciado la prostitución infantil que existe entre los menores que llegan a nuestras costas huyendo de un infierno.
Llegan miles y miles de personas a nuestra costas en donde se mezclan refugiados e inmigrantes. El ruido mediático solo dura lo que tardan en pisar nuestras costas. Nos importa sobretodo el número, algo cuando vienen menores no acompañados y nos sentimos más aliviados cuando escuchamos que algunos de los menores vienen acompañados por sus madres.
Los niños, las grandes víctimas
En una excelente denuncia que realiza Silivia Taulés en su blog nos pone en evidencia la cloacas de una sociedad que se niega a tomar conciencia del crimen contra la infancia, especialmente niñas, que llega a nuestra costas. Historias para no dormir, que debería producir una rebelión en nuestras propias consciencias, contra nosotros mismos. Nuestra actitud de no querer reconocer lo que sucede con estos niños, nos hace cómplices de este crimen horrendo.
Europol denunció en 2015 que en Europa habían desaparecido más de 10.000 menores. Son niños y niñas que llegan solos, que la mayoría de ellos han realizado un itinerario para llegar a Europa plagado de abusos sexuales y malos tratos, que han perdido a sus padres, antes o durante de inicio de la huida.
España, ¿ es realmente una sociedad de acogida?.
Precisamente, es lo que nos intentan vender y, de hecho, debemos reconocer que la atención que reciben cuando llegan a nuestras costas, a pesar de las limitaciones de recursos, puede ser considera como muy positiva, modélica si la comparamos con la mayoría de los países de la UE. Un ejemplo de ello son los servicios de la Cruz Roja, la Guardia Civil, la Policía Nacional y otras muchas ONGs que hacen todo cuanto está en su manos. Pero, no todo se resuelve durante la acogida, después viene la responsabilidad de las instituciones y de los políticos y aquí hay mucha dejación de responsabilidad. No hay suficientes plazas para acoger a los menores y, por tanto, la supervisión y ayudas que necesitan son alarmantemente insuficientes. Es, como consecuencia de esta dejación y negligencia, las que utilizan las mafias aprovechando la desprotección a la que los menores quedan sometidos. Hay que reconocer que, al menos desde 2013, se han realizado avances, aunque queda muchísimo por solucionar.
Hasta 2013 los menores que llegaban a nuestra playas no se les tomaban datos tan necesarios para su protección posterior como la edad, el sexo, nacionalidad, ni foto, ni estudio de ADN. Ahora sí se les realiza pero no se les hace seguimiento, perdiéndose en muchos casos su rastro. Aquí entran las mafias de prostitución, los pederastas, las tratas de seres humanos.
La Cruz Roja denunció públicamente que en solo en 2015, después de ser identificados, 113 permanecían en paradero desconocido. Mejor dicho, en manos de organizaciones mafiosas.
Rosa Flores, de Cruz Roja, nos indica que encontraron en Puente Genil en el piso de una “madame” a siete menores: “Es normal que los encontremos en pisos-guardería controlados por mafias e, incluso, en casa de pederastas”.
Pilar Casas es la ex – directora de la Fundación Amaranta, creada por las religiosas Adoratrices, nos describe algunos sucesos que ponen en evidencia lo mucho que aún queda por hacer en pro de la defensa de los menores “acompañados” y no acompañados. Por ejemplo, en Granada (2016) una madre y su hijo, que estaban en una de sus casa de acogida, desaparecieron cuando la madre fue a recoger a su hijo al colegio, los robaron las mafias, No se supo más de ellos.
Se han dado casos de niños que salen y entran a nuestro país varias veces, siendo utilizados por las mafias para que las mujeres “que hacían de madres” no fueran deportadas. Gracias a los nuevos sistemas de identificación, hoy día, es más difícil.
La misma fundación no puede dar información con libertad porque está amenazada por la mafias y podrían en peligro a las mujeres que acogen, incluso a la propia fundación.
Córdoba, Puente Genil, Barcelona, Almería y Sevilla
Ya se puso en evidencia el incremento de la prostitución en estas poblaciones durante la crisis. En un interesante estudio de la investigadora María José Castaño, de la Universidad Pontificia de Comillas y publicado en 2017 en Vida Nueva, nos describe la especial vulnerabilidad de la infancia en este silenciado y oscuro mundo de las mafias pederastas y de la trata de mujeres. En 2015 en el Centro de Migraciones de la Cruz Roja de Puente Genil atendieron 654 casos con indicios evidentes de ser víctimas de la trata de seres humanos, de los que 141 correspondían a niños y niñas, estando 113 de ellos en paradero desconocido. Describen la situación de ocho mujeres subsaharianas, llegadas en patera con sus hijos y otras embarazadas. Observaron como dos de ellas hacían de “madam”. Se les realizó la prueba de ADN y ninguno de los menores eran hijos de las supuestas madres. Cuando llegaron los resultados de la prueba de ADN todas habían desaparecido.
En Palma de Mallorca observaron los profesores signos de maltrato en un niño inmigrante, poniendo en conocimiento de la policía el hecho. La investigación puso en evidencia que los que acudían a recoger al niño al colegio no eran los padres, sino sus secuestradores.
Se recogen múltiples situaciones que confirman la alta vulnerabilidad, tanto de los menores “acompañados”, como no acompañados, que llegan a nuestras costas. Niños y niñas que terminan en la prostitución, en manos de pederastas, en la mendicidad controlada por mafias fuera de control policial. No hay recursos y la UE está más preocupada por proteger sus fronteras que en planificar y desarrollar una política común para todos los países.
Qué bonitas las cenas de la Sra Merkel con el Cesar Sánchez. Una señora cuyo buenismo ha dado lugar a una crisis de dimensiones impredecibles y un Cesar del pseudo-reino de España que negocia que sean devueltos al país de entrada aquellos refugiados e inmigrantes que pisen tierra alemana, en tanto que Alemania ha cerrado sus fronteras, especialmente con Austria y, aún más grave, cuando España, hoy por hoy, es el país con mayor entrada de refugiados de toda Europa. O se establece una política común europea, o tendremos problemas graves. Las primeras víctimas de este desaguisado: los menores de edad.
Ref:
- Silvia Taulés: https://es.sott.net/article/47019-Nino-refugiado-en-Europa-es-igual-a-mercancia-gratis-para-pederastas
- Niños Refugiados En Europa, Mercancía Gratis Para Los Pederastas
- La crisis provoca un aumento de la prostitución nacional en Córdoba, según Cruz Roja
- Niños robados e invisibles, también en España