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A propósito de las críticas al Programa Skolae, presento una serie de reflexiones a los padres y educadores
Aunque algunos ciudadanos han reaccionado ante el Programa Skolae, la educación sexual basada en la ideología de género, ya se está implementando en Andalucía desde algunos cursos
La ideología de Género nada tiene que ver con la igualdad hombre/mujer, ni con la lucha contra la violencia machista, ni con el respeto que debemos a las diferentes opciones e identidades sexuales que cada persona tenga a bien elegir. Tras esta ideología existe toda una estrategia de transmutación de todos los valores éticos que hasta ahora han sido el fundamento de la convivencia en nuestra sociedad.
Ciertamente, en la ética tradicional hay “valores” insostenibles que han producido discriminación hacia las mujeres y hacia aquellas personas que en el ámbito sexual son diferentes al sexo binario y contra estos “no valores” es sobre los que habría que orientar cualquier programa educativo.
Sin embargo, la Ideología de Género nos intenta subyugar a una cosmovisión radicalmente distinta, nunca jamás experimentada, lo que en sí mismo no deja de ser un peligroso y revolucionario experimento social cuyas consecuencias son absolutamente imprevisibles.
La Ideología de Género se sustenta en varios supuestos, a su vez plenamente teóricos sin que exista la posibilidad de articular acciones correctivas una vez implementada. Uno de estos [pullquote]Indepnedientemente de las modas, de las ideologías y de la cultura, la naturaleza seguirá su curso. Lo que deberíamos hacer es respetarla y respetar su diversas manifestaciones. Los DDHH nos exigen una convivencia pacífica con la diversidad en todas sus manifestaciones[/pullquote]supuestos teóricos nace de la visión que sobre la sexualidad del ser humano han presentado autores como H. Marcuse y que sintetiza en su libro “Eros y Civilización”. Resumiendo excesivamente, este autor, filósofo y psicoanalista, se plantea, contrariamente a lo defendido por S. Freud, que gran parte de los males de nuestra sociedad se deben a los mecanismos de represión sexual ejercidos sobre la infancia. Para S. Freud, el control de las pulsiones sexuales son la fuente de la cultura. Sería a través de este control ejercido sobre la expresión libre de la sexualidad infantil, el que daría lugar a un mecanismo de sublimación mediante el cual la persona invierte gran parte de la energía sexual en la convivencia y el desarrollo social. Para él, dar libertad absoluta a las pulsiones sexuales durante la infancia conducirá a la destrucción de la cultura y del desarrollo. En favor del postulado de Freud se puede argumentar que lo mismo que sucede con otras pulsiones propias del ser humano a las que debemos controlar y/o regular para poder convivir, (la pulsión de muerte, la agresividad, la pulsión de dominio, etc), la pulsión sexual no escaparía de esta necesidad.
Otros supuesto teórico, ampliamente manipulado por filósofos de orientación no heterosexual, defienden la supremacía en el ser humano de la homosexualidad frente a la heterosexualidad. Independientemente de Simone de Beauvoir y Sartre, el más destacado es M. Foucault, quien no ha tenido ningún escrúpulo en mentir con su idealización de la sexualidad pederástica y bisexual en la sociedad griega, presentándonosla como el prototipo a seguir. Un sociedad no ejemplarizante ni para la infancia, ni para la mujer, ni para gran parte de los seres humanos que la constituían como los esclavos. Buena crítica de ella la encontramos en las comedias de Aristófanes.
Por tanto, la Ideología de Género rompe con el concepto hombre/mujer, masculino/femenino al considerarlas construcciones puramente sociales producto de una cultura heteropatriarcal que ha impuesto y que intenta salvaguardar exclusivamente los derechos del hombre. Entre hombre y mujer no hay diferencias, dicen, algo biológicamente insostenible, y que nada tiene que ver con la necesaria igualdad respeto a derechos entre hombres y mujeres.
Educación sexual infantil basada en la ideología de género
Principios fundantes de la educación sexual basada en la Ideología de género:
- Cada niño debe tener absoluta libertad a expresar su sexualidad como crea conveniente. Los educadores no podrán interferir sobre ella porque de hacerlo estarían atentando contra un derecho fundamental de la infancia.
- El niño debe experimentar cualquier manifestación de su propia sexualidad, sin límites. El educador, en todo caso, se limitará a ejercer una actitud afirmativa de las expresiones que surgen en el niño sin entrar en valoraciones. Es más, todo aquello que lleve a la vivencia de cualquier orientación e identidad se supone enriquecedora. Por ello, se presentarán oportunidades para que pueda experimentarlas y que el desarrollo se encargue de forma espontánea de decidir si se es heterosexual, homosexual, bisexual o asexual. No se nace niño o niña, en cuanto a la sexualidad, siendo la educación basada en el laisser faire, quien decidirá. La biología carece de valor en la educación sexual de la infancia o solo será considerada para enseñar al niño los puntos anatómicos del placer. Su actividad reproductora, no solo carece de valor, sino que incluso en la niñas deberá ser presentada como un elemento de discriminación respecto al varón.
- La familia nuclear – hombre/mujer, no tiene más valor que cualquier otra unión entre personas, o del hecho que sea monoparental, reconstituidas, adoptivas, ocasionales, multiconstituidas o cualquiera de sus variantes.
- La educación corresponde totalmente al Estado. A los padres o tutores solo se les permite que sean instrumentos al servicio de la Ideología de Género en su rol educativo. Para ello, se deberán realizar cuantos talleres y actividades sean necesarios para hacerlos partícipes de la nueva educación en valores.
- Desarrollar un programa de ingeniería social que produzca en la sociedad el arraigo de una ética sexual basada en la libertad y autonomía total de los niños a la hora de elegir su partenair. Tal como se viene difundiendo en determinados ámbitos de la Ideología de Género, podrán permitirse las relaciones pederásticas, siempre que sean consentidas. Falta por decidir cuando un niño o una niña tiene capacidad de autonomía para decidir libremente sobre los embates seductores de los adultos. Si bien en la Grecia Antigua el límite estaba en los 12 años, todos conocemos las presiones de algunos lobbies par bajar significativamente este límite de edad a los cinco/seis años.
- Hay que presentar la sexualidad como algo tan natural como el dormir cuando se tiene sueño o el comer cuando se tiene hambre. El individuo será el responsable de la autorregulación de sus propios instintos y, por tanto, de las consecuencias de los excesos que sus dificultades de autocontrol puedan producir. El Estado fomentará una conducta pansexualista, limitándose a castigar a aquellos que no sean capaces de autorregularla. Para ello, es necesario eliminar cualquier moral, sea religiosa o filosófica, que no participe de esta visión ideológica.
- Se crearán las leyes necesarias para legitimar las medidas que se tomen en la implementación familiar, escolar, sociales y políticas de la Ideología de Género y que castiguen a aquellos ciudadanos renuentes a la misma.
Este es el fondo de la cuestión. Creo que ya somos mayores para ver qué debemos conservar de lo que tenemos, qué debemos cambiar, qué de positivo tiene para la educación de nuestros hijos la oferta de cambio (mejor dicho, la imposición) que se deriva de la “Ideología del Cambio”, qué posibles consecuencias, etc. Lo que no es honrado es quejarse en las consultas de los profesionales sobre determinados problemas relacionados con la conducta sexual que surgen en la infancia sin que se haya hecho nada por participara activamente en todo este proceso experimental, un auténtico ensayo clínico del que todavía no conocemos los resultados y del que nuestros hijos son los sujetos de experimentación.
Observen la “tendenciosidad” del entrevistador, cómo realiza afirmaciones falsas con el ánimo de ridiculizar a los manifestantes. (Argentina, 28 de Octubre de 2018)