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No podemos perder la oportunidad de limpiar en Andalucía el entramado de la corrupción institucional
La corrupción en Andalucía sigue siendo sistémica y necesitamos políticos honrados y valientes que estén dispuestos a hacerle frente
Vox se ha mostrado muy contento porque se ha aprobado en el Parlamento Andaluz una Proposición No de Ley (PNL) para que la Junta de Andalucía “colabore” para erradicar la corrupción en Andalucía. Todos sabemos que las PNL son papel mojado a nivel práctico, puro marketing político y opio para conformar a los que se rebelan contra la corrupción y la amoralidad de muchas de las personas que “nos gobiernan”.
Mientras no limpiemos Andalucía de chorizos, nuestra tierra no progresará. Los chorizos son como las garrapatas, que se reproducen si no las extirpamos de raíz. Y la piel andaluza tiene más garrapatas que un perro callejero.
La corrupción en Andalucía es transversal, aunque haya sido “gestionada” fundamentalmente por el PSOE de Andalucía. Transversal, porque no son pocas las organizaciones, asociaciones y partidos políticos que en mayor o menor medida no se han vistos salpicados. ¿Quién o quiénes serán los que se atrevan a tomar partido por la limpieza de chorizos en Andalucía “hasta mancharse”?
Ni los ERE, ni los cursos de formación, ni las colocaciones a dedo, ni la corrupción en la adjudicación de peonadas para acceder al PER, ni los contratos de profesionales en categorías inferiores a la actividad que realizan (ejemplo, médicos contratados como técnicos de gestión), abarcan todo el entramado de la corrupción en Andalucía expandiéndose como una mancha de chapapote por toda nuestra tierra y por todos los organismos y organizaciones que la gestionan.
Se deben realizar auditorías en la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) y en Fundación Andaluza para la Integración Social del Enfermo Mental (FAISEM). En estos dos organismos se sospecha con fundamento que han servido como agencias de colocación para aquellos políticos “venidos a menos”, en tanto en cuanto se les recolocaban en otro lugar. En alguna de ellas, casi hay más personal que pacientes atendidos.
Las investigaciones sobre el despilfarro y malversación de las ayudas a la formación se ha investigado fundamentalmente en los sindicatos. Sin embargo, bien poco sabemos de otras agencias y asociaciones privadas que han recibido subvenciones para la realización de cursos que no se han realizado y nada hemos sabido de que se hayan visto afectadas por las investigaciones en curso. ¿Puede una asociación inicialmente tipificada como ONG transformarse en una empresa dedicada a organizar cursos subvencionados y congresos y tener la sede social en el centro sanitario Bola Azul, como la Asociación Almeriense para la Promoción de la Salud Mental en Almería, G04509295? Me pregunto. Es necesario auditar a todas aquellas organizaciones, pseudo-empresas de formación, asociaciones sin ánimo de lucro, al propio Servicio Andaluz de Salud, etc. que han recibido ayudas para impartir unos cursos que, en bastantes ocasiones, no se han impartido.
Mientras no limpiemos Andalucía de chorizos, nuestra tierra no progresará. Los chorizos son como las garrapatas, que se reproducen si no las extirpamos de raíz. Y la piel andaluza tiene más garrapatas que un perro callejero.