Los medios de comunicación manipulan la reivindicación légitima de una madre

Plutarco de Queronea, el “pin parental” murciano y la educación de los hijos

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La escuela  siempre ha sido el lugar privilegiado para que los gobernantes puedan sembrar su semilla autoritaria y conseguir consolidarse en el poder

En nuestro mundo globalizado, los medios de comunicación y la enseñanza, desde infantil a la universidad, son los instrumentos estratégicos de manipulación de masas

Si consultamos hoy Google, día 2 de marzo de 2020, e  introducimos las palabras clave “pin parental” y “Murcia”, observaremos que en la dos primeras páginas hay tantas entradas recogiendo la noticia sobre la madre que se enfrentó al Presidente de Murcia, Sr. López Miras, como las que informan sobre la manifestación a favor del pin parental. Igualmente observamos que, si bien en las entradas que hacen referencia a la manifestación “pro-pin” intentan restarle importancia y se hace hincapié en la coparticipación de organizaciones previamente estigmatizadas por los medios, las que se refieren a la madre que se enfrentó al Presidente mienten descaradamente. Solamente podré dos titulares:

 “ Una mujer usa el pin parental para que su hija no vaya a un acto de López Miras en su centro de FP” (La Opinión de Murcia); “La madre que usa el veto parental contra el Gobierno murciano se enfrenta a López Miras: “El pin parental no es libertad” (6ªTV)

A todas luces esa madre, o ha sido manipulada por grupos “anti-pin”, o no tiene ni idea de lo qué significa el veto parental, ni lo que supone la mayoría de edad de su hija. Además, los lobos negros mediáticos han desvirtuado la reivindicación real y legítima de una madre que sufre, en provecho propio. Han transformado una demanda justa y esencialmente técnica, en una reivindicación absolutamente ideológica y partidista.

Esta madre, María Martínez, desea que se revoque la medida del IMAS de retirarle el 34% de minusvalía  a su hija porque esta medida le supone un gran perjuicio para su futura vida laboral, ya que no podrá acogerse a las medidas especiales de contratación para personas con minusvalía. Por tanto, María ha mezclado churras con meninas. Todo lo expuesto en la carta que entregó al Presidente deMurcia es una reivindicación puramente técnica. Nada tiene  que ver la “valoración de la minusvalía” con la implementación del “pin parental”.  Le asiste la ley, incluso puede llevar a juicio al IMAS si considera que lleva la razón. Lo que no puede es decidir por su hija, ya que, al no estar incapacitada, es mayor de edad a todos los efectos. Creo que cabe preguntarse, ¿quién la ha asesorado?

Los lobos negros acechan debilidades, para atacar a quienes las presentan.

1. El “pin parental” no es nuevo. Los padres tenemos la obligación y el derecho constitucional de procurar que nuestros hijos reciban la educación en valores más en consonancia con nuestras creencias. Igual que le pedimos al Estado que no se entrometa en la educación de nuestros hijos, el derecho de los padres también tiene unos límites: no podemos “educar” a nuestros hijos en unos valores antisociales. Lo demás forma parte de la objetiva y enriquecedora pluralidad social,  a la que hay que defender de intereses absolutamente totalitarios y antinaturales.

Ya nos lo decía Plutarco de Queronea (años 40-120 D.C.)1  que los padres deben implicarse en la educación de sus hijos desde antes de nacer. Refiriéndose a  la educación durante la etapa que nosotros llamamos infantil, escribía: ” Una tierra es buena por naturaleza pero, si se la abandona, se vuelve estéril, y cuanto mejor es por naturaleza, tanto más se pierde por abandono, al ser descuidada. En cambio, un terreno estéril y más áspero de lo necesario, si se cultiva produce al punto excelentes frutos. Pues la juventud es dúctil y flexible y en las almas de éstos, aún tiernas, penetran profundamente las enseñanzas; pero todo lo que es duro difícilmente se ablanda. Porque, así como los sellos se imprimen en ceras blandas, del mismo modo las enseñanzas se imprimen en las almas de los que aún son niños.”

Esto lo saben muy bien los gobernantes y todos aquellos que desean poner a su servicio a los ciudadanos. Saben que controlando la educación desde las primeras etapas de la enseñanza- un ejemplo claro lo tenemos en los nacionalismo catalán y vasco –  conseguirán grabar más fácilmente su ideología en esa cera blanda que son los cerebros de los niños. Por eso nos dicen: “los niños no son de los padres”. ¿De quién son, del Estado?. En definitiva, estamos ante la tesitura de pertenecer a Esparta o a Atenas, a una gobernanza totalitaria o democrática.

2. Aunque las primeras etapas del desarrollo infantil son determinantes para que nuestros hijos vayan interiorizando los valores que nosotros deseamos transmitirles, esta situación no termina aquí. La etapa siguiente, desde los 6 años hasta la adolescencia, sigue siendo crucial y definitiva para la conformación de su personalidad y de su desarrollo moral y social. Los griegos eran muy conscientes de esta nueva etapa de la educación. Es por ello que, nuevamente Plutarco, nos da el siguiente consejo a la hora de elegir los profesores para nuestros hijos: “Cuando alcancen la edad de ser puestos bajo la dirección de los pedagogos, entonces se ha de tener gran cuidado en la elección de éstos, para no entregar a los hijos sin darse cuenta a bárbaros o tramposos. Pues, en verdad, lo que hacen muchos en estos casos es verdaderamente ridículo. Se debe buscar para los hijos unos maestros que sean irreprochables por su género de vida, irreprensibles en sus costumbres y los mejores por su experiencia, pues la fuente y raíz de una conducta intachable es casualmente una buena educación.
 Despreciad a algunos padres, que conociendo porque las ven o porque se las cuentan otros, la inexperiencia y aun la maldad de algunos maestros, sin embargo les confían a sus hijos; los unos, porque se dejan convencer por las adulaciones de los que buscan darles gusto, y hay quienes lo hacen por agradar a los amigos que se lo piden”.

Porque es una necesidad universal, e históricamente perenne, que los padres siempre deben estar vigilantes para que sus hijos reciban la mejor educación posible; que no sean manipulados por intereses ideológicos que van contra la naturaleza. Como nos decía, igualmente, Plutarco, la educación debe estar sostenida sobre tres pilares: la naturaleza, la razón y el ejercicio. La ideología de género va contra la naturaleza y esto no puede ser bueno porque se intenta eliminar algo que fundamenta al ser humano, algo que le es intrínsecamente necesario.

3. Que no os manipulen, como a María Martínez, una madre que ha sido utilizada mediáticamente para que se visibilicen unos intereses completamente ajenos a sus reivindicación. Son los lobos negros, siempre al acecho, siempre dispuestos a muñir  las presas más debilitadas.

Un consejo María, si considera justa su reivindicación, eleve la voz en el sitio apropiado porque esos que la han entrevistado no deseaban que se visibilizara su problema real, sino ridiculizar algo que es absolutamente necesario: que los padres sean coprotagonistas de la educación de sus hijos, aunque para ello haya que utilizar el “pin parental”.

Footnotes

  1. Plutarco. Moralia I (sobre la educación de los hijos). Biblioteca Clásica Gredos, Madrid (1985).

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