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INTRODUCCIÓN
La percepción es una actividad mental por la que una persona es capaz de captar el significado de los estímulos que le llegan a través de los sentidos (gusto, oído, olfato, vista y gusto). Estos estímulos pueden ser externos e internos. Es la actividad que mejor habilita al individuo para adaptarse a su entorno.
La percepción es una actividad mental compleja, ya que en su funcionamiento normal intervienen prácticamente todas las funciones psíquicas, como la memoria, la atención, la afectividad, las sensaciones y la inteligencia. De aquí que, si bien respecto a la sensación que producen con los objetos y la realidad, hay una gran coincidencia entre personas, no sucede lo mismo con la valoración que cada uno realiza cuando la sensación se transforma en percepción, en donde participan otras funciones cognitivas.
Fernando Sarráis1 refiere una serie de refranes que explican bastante bien las diferencias individuales respecto a la actividad perceptiva: “No hay peor ciego que el que no quiere ver”; “tu te enteras de lo que te interesa”; “cuando se está triste, todo se ve de color negro”, etc.
Cuando valoramos las características de la percepción, es necesario discernir si estamos ante una percepción o una imagen o representación. Jasper diferenciaba entre percepción y representación (imagen). La percepción es corpórea, se da en el espacio exterior y posee un diseño determinado que comprende todos los detalles, poseen frescura sensorial, son constantes y son independientes de la voluntad. Sin embargo, la representación es imaginaria, se da en el espacio interior y su diseño es indeterminado, ya que le suele faltar detalles, se descompone debiendo ser creada de nuevo cada vez que la evocamos y, por último, son independiente de la voluntad.
Bases neurofisiológicas de la percepción
Aunque definimos a la percepción como una actividad mental, es sobre unas bases neuroanatómicas, neurofisiológicas y neuroquímicas sobre la que ella se sustenta. Normalmente, se dice que el proceso que se realiza a través de los input sensoriales que producen los estímulos sería la sensación, en tanto que el procesamiento de la sensación sería la percepción propiamente dicha. Es decir, la percepción modula la información sensorial básica. En definitiva, primero se analiza la información sensorial y, posteriormente, se integra en el sistema cognitivo general de cada individuo en donde participan la atención, la memoria y las emociones.
A continuación, reproducimos una tabla, algo modificada, de Díez-Alegría y Sánchez Quintero2) que resume bastante bien los diferentes sentidos y sus receptores y, a continuación los contenidos que se expondrán en cada post
Tabla 1. Sentidos y receptores
Contenidos de los dos próximos post sobre la percepeción:
Siguiente post: Psicopatología de la percepción. (II/III). Distorsiones perceptivas.