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Joaquín Díaz Atienza
Con la “Ley de Educación Celaa” se conquista la escuela por parte del Estado de forma definitiva. La transforma en un espacio propicio para inocular la ideología woke de la “Nueva Era” en las mentes de los alumnos. La escuela ha dejado de ser un vivero de conocimientos instrumentales para mutar y degenerar en un espacio de riesgo psicopatológico debido a que su articulado permite impartir contenidos que van contra la naturaleza, contra la verdad objetiva del desarrollo psicosexual en la infancia y elimina el rol fundamental de los padres en la educación de sus propios hijos, depositándola en manos del Estado.
Tres son los aspectos educativos sobre los que se ha lineado el cambio curricular: la tergiversación de la historia, el aprendizaje sin esfuerzo y la educación sexual integral u holiística. En definitiva, la ignorancia acerca de nuestro pasado como comunidad política, la falsa premisa y aserto de que cualquiera puede llegar a la cima de su proyecto personal por el mero hecho de desearlo: la educación sustentada en el conocimiento desaparece creando en cambio, un metaverso que en nada se parece a la realidad y sus exigencias. Esta actitud mágica ante la realidad está dando lugar a la conformación de individuos anómicos, sin criterios adaptativos y generando, en bastantes de ellos, una profunda frustración, desesperanza y depresión. No es baladí que el suicidio sea la primera causa externa de muerte en nuestros jóvenes. Por último, a través de la educación sexual integral, se pretende construir una visión de la sexualidad liberada de cualquier responsabilidad personal, sin condicionantes de edad, sexo, ni orientación. La única finalidad es el placer y, por tanto, hay que liberarla de todo aquello que no sea la expresión libre de los instintos por encima de cualquier otra consideración.
Este nuevo paradigma pedagógico, de carácter holístico, no es nuevo, sino que presenta un amplio recorrido estratégico planificado minuciosamente por los “expertos” de la ONU y de sus estructuras filiales como la UNESCO, UNICEF y la OMS. No consiste en dar información o proporcionar conocimientos objetivos e instrumentales a los alumnos, sino en cambiar mentalidades y conductas que consoliden los cambios culturales. La matriz de los nuevos contenidos curriculares, en especial la ideología de género y la educación sexual integral, psicológicamente se sostienen en la autodeterminación, la libertad de acción sin otro freno que no sea el consentimiento y la emotividad.
Las Recomendaciones de la OMS sobre la educación sexual integral en las escuelas 1 emplaza a los paises miembros a que la educación sexual integral se inicie desde lo 0 años indicando una serie de intervenciones prácticas que favorecen insdiscutiblemente la hipersexualización de los niños. Se sostienen en un aprendizaje, no solo aclaratorio de la sexualidad, sino también en una intervención activa en donde se le enseñan a masturbarse, a la realización de práticas de tocamientos entre los alumnos en zonas erógenas, a minimizar los riesgos de la promiscuidad sexual frente a las ventajas del placer. Incluso, llega a afirmar. que la enseñanza preventiva frente a las enfermedades de transmisión sexual, no solo carecen de valor preventivo, sino que incluso pueden ser contraproducentes debido al temor que producen en los educandos.
Finalmente, se indica que los responsables de impartir estos conocimientos no deben poseer necesariamente una formación especializada, pudiendo participar en ella cualquier profesor, otros alumnos con mayor experiencia, y ONGs que desarrollen su labor en el ámbito de la juventud o entre colectivos relacionados con la sexualidad, ejemplo, asociaciones LGTBI, etc.. Por último, la educación de los padres queda bajo el epígrafe de formación informal y se le declara sospechosa de transmitir a sus hijos aspectos de la sexualidad contaminada de prejuicios. Por ello, recomienda su propia formación.
En un próximo post, realizaré una evaluación más en profundidad sobre este documento “de la OMS” redactado por los trajadores del mayor negocio en la industria del aborto a nivel internacional: la International Planned Parenthood Federation
NB. Estoy a favor de la educación sexual en los colegios, aunque no lo estoy en los términos ideológicos que subyacen en las actuales propuestas de la OMS ya que se sustentan en una ideología que pretende trasformar la sexualidad en un mero acto de placer, sin importar la edad ni con quien. Solo es un problema de consentimiento, como bien claro lo dejó en una entrevista la actual ministra de igualdad Irene Monero.
- Normas para la Educación de la sexualidad en Europa, en https://www.observatoriodelainfancia.es/oia/esp/documentos_ficha.aspx?id=4019[↩]