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El NHS1 elimina el abordaje de atención afirmativa de género en todos los centros clínicos de género por un apoyo holístico
Las Comunidades Autónomas deberían actualizar sus “protocolos trans” si quieren detener los atentados a la salud que se vienen cometiendo contra la infancia con disforia de género
Joaquín Díaz Atienza
(Revisada el 14/07/2023)
Si analizamos la Ley 4/2023 de 23 de febrero, la “Ley Trans”, observamos que el mayor atentado contra la salud de la infancia se comete por el hecho de considerar a los problemas de identidad sexual como un aspecto evolutivo normal y definitivo a lo largo de toda la trayectoria del desarrollo, así como su adhesión a la despatologizada “incongruencia de género” de la CIE 11 de la OMS2 y su rechazo a la denominación de Disforia de Género del DSM 5 de la APA3. Si exceptuamos estos dos aspectos, las leyes actualmente vigentes en las Comunidades Autónomas son más radicales y nocivas que la legislación estatal. De ahí el silencio por parte de las autoridades autonómicas. ¿Silencio político o silencio debido a la mala conciencia?
Algunos conceptos
La infancia viene determinada inicialmente por su dotación genética. En función de ésta y de su entorno social y familiar, especialmente modulado por el apego, se irán configurando su desarrollo emocional, cognitivo, psicomotor y moral. Aspectos todos ellos ampliamente estudiados científicamente por Jean Piaget, Sigmund y Ana Freud, Lawrence Kohlberg y Mary Ainsworth, entre otros muchos. El desarrollo de la infancia ha sido profundamente estudiado, lo conocemos tanto en su presentación estándar y armónica, como en cuantas disarmonías evolutivas puedan presentar a lo largo del mismo.
Aquí nos interesa abordar las vicisitudes del desarrollo psicosexual a lo largo de las etapas infantil y juvenil. Así, constatamos que el sexo es biológico y binario: niña (cromosomas XX) o niño (cromosomas XY). Cuando se observan otras variantes, es debido a determinadas anomalías genéticas, cromosómicas, gestacionales o endocrinas. Las más frecuentes son las denominadas intersexualidades (XXY, XXYY, etc) y la hiperplasia suprarrenal congénita, entre otras. De otra parte, el desarrollo psicosexual no necesariamente se manifiesta de igual forma a los largo del desarrollo: es bastante indeterminado durante los tres primeros años de vida, se vuelve impreciso en muchos niños hasta los seis años de edad, para ir definiéndose progresivamente hasta la adolescencia. Así tenemos que un niño puede presentar una orientación e identidad no definidas, pasar en determinados momentos por una orientación homosexual o heterosexual, o bien con indefiniciones en sus identidad sexual.
La gravedad de la situación actual deriva de la consideración que se hace sobre estos aspectos de confusión durante el desarrollo. La anormalidad deriva de la interpretación errónea de que cualquier niño que en un momento de su desarrollo pueda verbalizar cualquier incertidumbre sobre su orientación o identidad, sistemáticamente se le orienta en la confirmación de que su duda es una certeza. Todo el entorno se pone al servicio de esta tarea, estando prohibido establecer un diálogo aclaratorio, ya que es considerado pernicioso y el resultado de los prejuicios tránsfobos u homofóbicos de la sociedad . Es lo que se denomina abordaje afirmativo, es decir, reafirmar en el niño en que sus dudas son certezas.
Para ello se ha impuesto en el lenguaje común la palabra género, sin que sea reconocida por la Real Academia de la Lengua, como sinónimo de sexo: de esta forma, se dice género femenino como equivalente semántico a hembra y género masculino a varón. De aquí surgen la expresiones: política de género, identidad de género, género fluido… Lo determinante en el desarrollo psicosexual sería el género y no el sexo. Incluso, como el género se va construyendo en un determinado contexto cultural, se afirma que este puede variar en el tiempo y a criterio del individuo. Puede autodeteminarse según considere oportuno, ya que la genética perdería su influencia evolutiva.
Si lo determinante es la cultura, una persona puede pertenecer biológicamente al sexo masculino o femenino, aunque vivirse y sentirse del sexo contrario al “asignado” al nacimiento. Esta experiencia subjetiva y emotivista son el resultado de la cultura y, por tanto, no incluible en las diversas disarmonías evolutivas y sus variantes, tan frecuentes en el desarrollo infantil. Si no es un problema sanitario, lógicamente, no debe ser examinado, evaluado, ni tratado según las diversas categorías que se contemplan en los manuales de diagnóstico. Solo es necesario el sistema sanitario para dar respuesta a los deseos subjetivos de un sujeto que quiere cambiar su fenotipo biológico por el fenotipo biológico de las personas del sexo contrario. Se ha normalizado la falsa creencia que esto es posible, cuando se sabe que biológicamente no lo es. Solo es posible la intervención hormonal contraria a la natural, así como la “reconstrucción” quirúrgica (protésica) de las mamas y de los genitales externos.
Abordaje actual de la transexualidad infanto-juvenil en las Comunidades Autónomas (Andalucía)
Haré referencia al Proceso Asistencial Integrado de Andalucía (PAI). Atención sanitaria a personas transexuales en la infancia y adolescencia4.
El PAI se sostiene en los mismos fundamentos que han motivado el que Inglaterra, Suecia y Finlandia revisen en profundidad sus protocolos:
- Utilización del concepto de incongruencia de género frente al de disforia de género.
- Consideración de la transexualidad infanto-juvenil como variante de la normalidad.
- Perspectiva despatologizadora en todo el proceso.
- Intervención psicológica denominada afirmativa o cuidados trans-afirmativos (Trans- affirmative Care)5. Se define como aquella intervención encaminada a “afirmar a las personas homosexuales, bisexuales, trans, intersex y queer dentro del colectivo, comprendiendo los mecanismos de la construcción de su identidad para, a partir de ellos, ayudarles a superar los problemas derivados de la discriminación y la presión social”.6)
- Y lo más grave, comenzar con el inicio de la transición social y posterior transición hormonal. Respecto a esta última, sin que haya constancia de la suficiente evidencia científica (no ha sido previamente evaluada en ensayos clínicos controlados respecto a sus efectos secundarios a medio y largo plazo).
- El PAI se adhiere a los protocolos de la World Professional Association for Transgender y de la American Psychological Association, precisamente los protocolos que han sido abandonados por Inglaterra, Suecia y Finlandia debido a su escasa confiabilidad y seguridad.
Cambios introducidos en los Protocolos de la Atención a la Transexualidad de Suecia, Finlandia e Inglaterra
Aunque no se dice explícitamente, se ha detectado que los protocolos de ayuda a la infancia y adolescencia trans, ocultan intereses ajenos a sus objetivos y no han seguido los controles de seguridad y evidencia científica previstos. Tras la auditoría realizada, se han puesto en evidencia graves disfunciones que han perjudicado seriamente la salud de los niños y adolescentes afectados por “identidad de género”:
- Incremento no razonable de la demanda infanto-juvenil por supuesta incongruencia de género.
- Negligencia en la toma en cargo, como queda demostrado por la alta prevalencia de patologías asociadas y diagnósticos imprevistos.
- Escasa evidencia científica (existencia de ensayos clínicos) en la toma de decisiones clínicas.
- Efectos nocivos sobre el psiquismo y la personalidad de la “transición social” cuando se implementa siguiendo el Modelo Afirmativo.
A continuación exponemos los cambios más significativos introducidos por el NHS y que son idénticos a los introducidos en en Suecia y Finlandia:7
- Se elimina el denominado “Modelo de atención clínica y la terapia de afirmación”:
- Los niños serán atendidos en centros de atención estándar.
- Se suprime la terapia afirmativa por un enfoque holístico.
- Las evaluaciones se realizarán contemplando el conjunto del desarrollo.
- Solo se atenderán en centros especializados los casos de mayor gravedad.
- El inicio del tratamiento solo se indicará en los casos de mayor consistencia clínica y contemplando cualquier otra necesidad clínica no relacionada con el género.
- El Plan de Tratamiento será personalizado y podrán implementarse otras intervenciones según sus necesidades.
- La transición social de género, no sólo la hormonal, necesitará del consentimiento informado:
- Se desaconseja la transición social en niños prepuberales.
- La necesidad de consentimiento informado para la transición social, también será necesaria en adolescentes.
- Se establece la psicoterapia y la psicoeducación como primera línea de tratamiento:
- La psicoterapia comprenderá a la persona en su conjunto y será tratado en los servicios estándares de atención en salud mental infanto-juvenil.
- La decisión de prescripción médica (hormonal) sólo se decidirás por el NHS.
- Se limitan drásticamente los tratamientos hormonales y, en cualquier caso, sólo podrán realizarse en entornos clínicos de investigación. En menores de edad no podrán realizarse intervenciones de reasignación de sexo.
- Se establecerán nuevos protocolos de investigación (ensayos clínicos) en todo lo relacionado con las prescripciones hormonales. Los ensayos clínicos se mantendrán durante la vida adulta (efectos indeseables a largo plazo).
- Se reafirma la importancia del sexo biológico. Se mantendrán en registro por necesidades de investigación y evaluación de resultados a largo plazo.
- Se da preferencia al diagnóstico del DMS 5 de disforia de género para evaluar la necesidad de tratamiento. Se abandona la Guía WPATH SOC 8.
- Se crean equipos multidisciplinarios que incluyan pediatras, profesionales de la salud mental, expertos en neurodesarrollo… con la finalidad de poder atender a los pacientes desde una perspectiva holística.
- Se establecen indicadores de cambio primario como la angustia clínicamente significativa y la calidad del funcionamiento social para el inicio de la transición social.
- Los pacientes o familiares que decidan eludir los requisitos establecidos por el NHS, no serán atendidos, contemplándose la posibilidad de denunciar en aquellos casos en los que se detecten riesgos que atenten contra la salud del menor.
OBSERVACIONES
Los distintos lobbies relacionados con la ideología de género queer, los intereses de la industria farmacéutica y clínicas especializadas, así como la creencia cada vez más incrustada en la sociedad de que es posible el cambio de sexo biológico, han dado lugar a que se viva como algo natural y seguro la posibilidad de un cambio real de sexo. La percepción de seguridad, o de minimización de riesgos, se viene sosteniendo, tanto por la propaganda a través de los gobiernos y sus protocolos, los medios de comunicación, las redes sociales y los múltiples grupos de autoayuda, como por los procedimientos “terapéuticos” denominados de afirmación, que atrapan al niño, al adolescente y a sus familias, en una telarañas de la que les resulta difícil liberarse.
Otro aspecto, puesto en evidencia por la mayoría de la investigaciones, son los errores de diagnóstico en esta etapa del desarrollo en la que predominan la confusión y la indeterminación al confundir la incipiente orientación homosexual con la transexualidad. De aquí, la necesidad de que los problemas relacionados con el desarrollo psicosexual infanto-juvenil puedan ser abordados en libertad y teniendo en cuenta los amplísimos conocimientos que se tienen de las diferentes líneas del desarrollo y sus dificultades. No se puede judicializar la ayuda profesional a niños y adolescentes que la necesitan.
Una ley tan aciaga debería ser derogada. Reino Unido, Suecia y Finlandia, nos esperan.
- Sistema Nacional de Salud[↩]
- Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud[↩]
- American Psychiatric Association[↩]
- Pueden obtener el documento en la web de la Junta de Andalucía[↩]
- Guidelines for Psychological Practice With Transgender and Gender Nonconforming People. APA[↩]
- Sarah Gómez Cocco. Terapia Afirmativa, en https://praxis.com.do/es/articulos/item/terapia-afirmativa.Consultado: 16/03/2023[↩]
- Hylary Cass. Revisión independiente de los servicios de identidad de género para niños y jóvenes (inglés). https://cass.independent-review.uk/[↩]