Día de San Valentín

La violencia en las parejas entre adolescentes. Cómo prevenirla

Visitas: 4

Conversación real entre con dos adolescentes:

Me acerco a dos adolescente con los que tenía confianza, al observar que uno de ellos realiza gestos que delatan su enfado.

– ¿Qué te pasa Juan?. Mira al suelo, y no me contesta.

– Antonio: Está enfadado

– yo: ¿Qué le pasa?

– Antonio: Es que una niña no lo quiere y sale con otro.

– Juan: ¡Es una puta!

– yo: ¿Salías con ella?.

-Juan: No. Pero me gusta, y me ha dejado por otro.

– Yo: ¡Hombre!. Si no salíais juntos, no te ha dejado. Simplemente, es que le gusta más el otro chico.

– Juan: Me da igual. ¡Es una puta!. ¡Se va a enterar, la voy a matar!

Yo: Juan, comprendo que estés enfadado, ya que la quieres. Pero esto lo tenemos que hablar más despacio. Tú también has dejaste a María porque te gustaba más otra ¿no?. Finalmente, hablamos y se tranquilizó.

Estas reacciones agresivas, aunque la inmensa mayoría de la veces queden en palabras, son muy frecuentes ente los adolescentes hombres cuando se sienten frustrados ante el “supuesto” rechazo de la chica que quieren. Entre otras razones, porque la adolescencia es una etapa del desarrollo en crisis en muchos aspectos de la personalidad. En este caso se hunde la propia autoestima, tanto la emocional, como el concepto de sí mismo, y la autoestima social. No solo entra en juego su auto-valía como macho frente a la chica que no lo acepta, sino también ante sus propios amigos No hay nada peor para un adolescente que sentirse rechazado en general, y aún peor cuando media el amor que siente por un chico o una chica. El amor del adolescente es idealizado, exclusivo y posesivo. De aquí el riesgo de que la pareja  se transforme en el crisol de agresiones mutuas, sean de tipo físico o de chantajes emocionales. Desde la posesión con la que se experimenta el amor adolescente, son bastante habituales los celos,  no pocas ocasiones justificados por ellos y por ellas. ¡Es que me quiere!, suele ser la frase con la que toleran este comportamiento de alto riesgo para la violencia de pareja.

Prevenir la violencia en la pareja de adolescentes

Hay una serie de marcadores que nos deben poner en guardia frente a un posible riesgo de que se establezcan en la pareja, tanto las conductas agresivas de tipo físico, como las emocionales. Normalmente, más frecuentes las primeras en los hombres y, las segundas, en las mujeres.

Antes de enumerarlas, tengo que avisar que “el amor es ciego”. De aquí que los afectados no suelen ver lo que sí ven sus amistadas más cercanas. También sorprende el hecho de cómo la pareja afectada intenta justificar lo que sucede, en el convencimientos de que será algo transitorio y con la esperanza de que prevalecerá el amor sobre el conflicto.

¿Cuáles serían las señales de alarma?

– Las llamadas al móvil o los mensajes al WhatSapp a horas intempectivas y de forma reiterada, con preguntas que claramente indican asegurarse de qué hace o dónde está.

– Controlar el móvil: pedir las contraseñas, mirar sin permiso la galería, hacer comentarios culpabilizadores o pedir aclaraciones sobre alguna de las fotos de grupo.

– Hacer comentarios negativos sobre vestimenta, o sobre cómo se comporta cuando están en grupo.   

– Mensajes como ” es que no me quieres” (inseguridad) con una clara intención de manipular a la otra persona. Cambios de estado de ánimo bruscos sin explicación aparente y negándose a dar una explicación.

– Buscar el aislamiento del resto de la amistades y tendencia a estar siempre juntos a horas que no son apropiadas (ej. Colegio).

– Pérdidas del autocontrol, durante las que se insulta, se realizan reproches de forma excesivamente hirientes, se amenaza con hacer o hacerse daño.

– Se muestran celosos con respecto amigos del círculo de amistades o de antiguas parejas.

– Intentan controlar la autonomía y la libertad de la otra persona, con chantajes afectivos, con amenazas de ruptura.

La familia y la violencia en la pareja de adolescentes

 Está demostrado que los adolescentes que viven en familias disfuncionales, o que se utilizan las interacciones agresivas entre sus padres, son más propensos a vivir parejas agresivas.

La familia es fundamental para prevenir estos riesgos en sus hijos. Hay que darles seguridad, compartir con ellos la satisfacción de sus nuevas amistades y que no vean en nosotros unos censores que reprimirían cualquier iniciativa suya en vincularse algún chico o chica, sino a alguien que lo entiende y con quien puede contar.

 Signos de una buena relación

Según la Academia Americana de Pediatras, una buena pareja es aquella que:

  • Se respeta el uno al otro
  • Toma conciencia de  que cada uno contribuye a que el otro se realice como persona  
  • Comparten intereses comunes, así como mantienen otras actividades y amigos fuera de la relación de pareja
  • Resuelven los desacuerdos de manera pacífica, con respeto.

 

Check Also

Miguel Pajares, ejemplo de solidaridad

Del ébola de ayer al COVID-19 de hoy

Visitas: 6 De la insolidaridad de algunos en 2014 frente al ébola y de su …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos: El responsable del proceso es Joaquín Díaz Atienza. Tus datos serán tratados para gestionar y moderar tus comentarios. La legitimación del tratamiento es por consentimiento del interesado. Tus datos serán tratados por Automattic Inc., EEUU para filtrar el spam. Tienes derecho a acceder, rectificar y cancelar los datos, así como otros derechos, como se explica en la política de privacidad.

Acepto la Política de privacidad

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

y Politica de Privacidad ACEPTAR
Aviso de cookies